Retomando el camino

Tengo tiempo pensando en escribir este post, me ha dado mucho trabajo escribirlo porque no lo sentía congruente y me ha tenido incomoda.

Últimamente he estado muy ocupada y no he estado tan presente como quisiera. Así tal cual. 

La vida de repente nos rebasa, toca ocuparse, salen mil cosas que hacer y hay que entrarle. Claro que mi loser (si, esa que todos tenemos dentro, esa que se burla cuando nos tropezamos y que nos trata peor que nadie) salió a jactarse y a divertirse y a decir: cuál vida simple y creativa, jajaja! Y claro que me llegó y me frustró y deprimió (y juntalo con las hormonas alborotadas y tienes la combinación perfecta para rendirte y sentirte derrotada....).

Afortunadamente, si algo he aprendido con el tiempo es que los atorones pasan y tenemos que aprender de eso que nos frena, buscarle esa gotita de aprendizaje, entender donde estuvo el error, para poder cambiarlo y mejorarlo.

Hay muchas distracciones a nuestro alrededor. Entre trabajar, atender hijos, resolver pendientes, atender casa, etc... nos enrolamos y desconectamos y retomamos el hacer como rutina, sin hacerlo con conciencia ni estando presentes.

He estado tan preocupada con sacar adelante las cosas que no me he detenido a recordar lo que quiero, no me he sentado a revisar mis prioridades. Busco esos distractores absurdos que nos inventamos de a gratis que nos roban demasiado tiempo: facebook, internet, la tele, ... Empiezo a decir que si a cosas que no quiero hacer en vez de negarme y enfocarme en los proyectos importantes. 

Y la única forma de sacar adelante los proyectos es dedicándoles tiempo! Moviéndose! Actuando! No hay emoción sin moción, o sea, ponte a hacer algo!

A lo que voy es que si, los atorones pasan, de repente nuestra vida no es como la planeamos o como quisiéramos pero hay dos opciones: 
  1. te sientas, te quejas y te detienes a esperar lo que venga
  2. o te mueves, te fijas donde estuvo el error y lo corriges
Nada es para siempre, nada es la última palabra, todo tiene solución, a veces no la que quisiéramos pero si se puede corregir y mejorar, siempre hay opciones:
  • Tengo la opción de apagar los distractores.
  • Tengo la opción de revisar que es lo que quiero, de recordar a donde voy y como quiero vivir mi vida.
  • Tengo la opción de decir "no".
  • Tengo la opción de hacerlo de otra manera (no hay solo una forma para hacer nada, tenemos que cambiar paradigmas!)
  • Tengo la opción de hacerlo de nuevo.
Yo elijo.
Elijo ver el camino por el que me fui, ubico donde esta lo que quiero y corrijo mis pasos. Me oriento de nuevo y me pongo en movimiento en el camino correcto. Todo esta bien.

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