Menos es más.


A veces me gustaría poder viajar al pasado, a tiempos donde la vida se tomaba con calma. Donde disfrutar de la naturaleza y simplemente estar eran parte de la rutina diaria. Donde tenias y apreciabas lo que había y hacías lo que necesitabas, donde todo se aprovechaba.

El ritmo de vida ha cambiado mucho. Ahora estamos acostumbrados a estar ocupados siempre, a que todo sea inmediato, a tener y descartar todo lo que queramos. Tenemos la necesidad de ocupar cada pausa o momento "libre" haciendo algo, lo que sea, para sentirnos productivos y no sentir que estamos perdiendo el tiempo.

Creo que se ha confundido el estar ocupado con ser productivo. Hacemos tantas cosas al mismo tiempo que no le damos nuestro 100% a ninguna. 

Ponte a pensar un momento, ¿qué tan productivo has sido queriendo hacer todo al mismo tiempo y estando ocupado todo el día? ¿Realmente has acabado todo lo que has empezado con el resultado que esperabas? ¿Lo has hecho exactamente como lo planeaste? ¿Te sientes satisfecho y relajado al final de tu día, sintiendo que esta es la vida que quieres vivir siempre?

El secreto para realmente ser productivos es hacer menos:

Enfocate en una actividad o proyecto a la vez. Tener la cabeza en tantas cosas al mismo tiempo claro que te va a tener ocupado, probablemente sintiéndote muy importante, pero también te va a tener distraído en muchos detalles que no son  importantes. Cuando te enfocas solo en lo más importante, en lo primordial, realmente logras orientar tu atención, tu energía y completar ese proyecto. 

Descarta actividades. No tenemos que hacerlo todo, no son competencias. Retoma lo que es más importante en tu vida y elimina todo lo que te quita tiempo para hacerlo. No tienes que estar en todas las reuniones o cafés. Muchas veces una llamada telefónica puede ser mucho más productiva que dos horas de reunión de trabajo.

Descansa. Tenemos un cuerpo maravilloso que no cuidamos como deberíamos y al que le exigimos demasiado. Al que en vez de escucharlo cuando nos grita que está agotado, adolorido, lastimado, lo dopamos para dejar de sentirlo y poder continuar con el ajetreo. Necesitamos dormir, comer bien, cuidarnos, aprender a hacer pausas para recargarnos de energía y poder funcionar al 100%. Necesitamos pausar, respirar, estar bien. Haz pausas durante tu día: siéntate a tomar un café, sal a caminar, disfruta cinco minutos de no hacer nada.

Aprende a decir que no. Si no puedes o no quieres hacer lo que te piden porque eliges dedicar tu tiempo a otras cosas, di "no". Es mejor que decir que si y hacer lo que te pidieron de malas y con mucha frustración, o decir que si y no hacerlo y quedar mal.

La vida es para vivirla pero también (y más importante) para disfrutarla. No sabemos cuanto tiempo vamos a estar aquí y no podemos seguir solo exigiéndonos ahora, planeando disfrutar y descansar en el futuro. Tenemos que vivir y disfrutar ahora. 

Retomando el camino

Tengo tiempo pensando en escribir este post, me ha dado mucho trabajo escribirlo porque no lo sentía congruente y me ha tenido incomoda.

Últimamente he estado muy ocupada y no he estado tan presente como quisiera. Así tal cual. 

La vida de repente nos rebasa, toca ocuparse, salen mil cosas que hacer y hay que entrarle. Claro que mi loser (si, esa que todos tenemos dentro, esa que se burla cuando nos tropezamos y que nos trata peor que nadie) salió a jactarse y a divertirse y a decir: cuál vida simple y creativa, jajaja! Y claro que me llegó y me frustró y deprimió (y juntalo con las hormonas alborotadas y tienes la combinación perfecta para rendirte y sentirte derrotada....).

Afortunadamente, si algo he aprendido con el tiempo es que los atorones pasan y tenemos que aprender de eso que nos frena, buscarle esa gotita de aprendizaje, entender donde estuvo el error, para poder cambiarlo y mejorarlo.

Hay muchas distracciones a nuestro alrededor. Entre trabajar, atender hijos, resolver pendientes, atender casa, etc... nos enrolamos y desconectamos y retomamos el hacer como rutina, sin hacerlo con conciencia ni estando presentes.

He estado tan preocupada con sacar adelante las cosas que no me he detenido a recordar lo que quiero, no me he sentado a revisar mis prioridades. Busco esos distractores absurdos que nos inventamos de a gratis que nos roban demasiado tiempo: facebook, internet, la tele, ... Empiezo a decir que si a cosas que no quiero hacer en vez de negarme y enfocarme en los proyectos importantes. 

Y la única forma de sacar adelante los proyectos es dedicándoles tiempo! Moviéndose! Actuando! No hay emoción sin moción, o sea, ponte a hacer algo!

A lo que voy es que si, los atorones pasan, de repente nuestra vida no es como la planeamos o como quisiéramos pero hay dos opciones: 
  1. te sientas, te quejas y te detienes a esperar lo que venga
  2. o te mueves, te fijas donde estuvo el error y lo corriges
Nada es para siempre, nada es la última palabra, todo tiene solución, a veces no la que quisiéramos pero si se puede corregir y mejorar, siempre hay opciones:
  • Tengo la opción de apagar los distractores.
  • Tengo la opción de revisar que es lo que quiero, de recordar a donde voy y como quiero vivir mi vida.
  • Tengo la opción de decir "no".
  • Tengo la opción de hacerlo de otra manera (no hay solo una forma para hacer nada, tenemos que cambiar paradigmas!)
  • Tengo la opción de hacerlo de nuevo.
Yo elijo.
Elijo ver el camino por el que me fui, ubico donde esta lo que quiero y corrijo mis pasos. Me oriento de nuevo y me pongo en movimiento en el camino correcto. Todo esta bien.