Es muy simple: tiene que haber congruencia.
Que lo que digas y hagas sea congruente con lo que piensas, con lo que sientes y con lo que quieres. Que seas congruente contigo mismo.
Esa es la única forma de ser realmente feliz, de ser realmente tu: sin máscaras, sin hacer todo por complacer a los demás, sin fingir, sin cumplir las expectativas de los demás.
Y hacer esto no es ser egoísta. Solo las personas felices son capaces de compartir felicidad.
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