Vivir simple, sin complicaciones. Sin prisas, sin dañar el medio ambiente. Con coherencia entre lo que predicas y la forma en la que vives.
Vivir como en los tiempos de antes, con calma, preparando y haciendo lo que necesitas. Alejándonos del consumismo y sin prestar tanta atención a la mercadotecnia que se obsesiona con convencernos de que necesitamos tener todo.
Algo que disfruto mucho de este nuevo estilo de vida es hacer muchos de los productos que realmente necesitamos. Como la pasta de dientes.
La pasta de dientes comercial, aparte de ser muy abrasiva y venir en contenedores de plástico que no se reciclan, contiene triclosan, detergente, flúor, sacarina, hidróxido de sodio,... en fin, químicos que mas que ayudarnos, terminan haciéndonos daño a largo plazo.
Hacer tu pasta de dientes es muy sencillo, nosotros en casa usamos dos versiones:
- Cuando el clima es fresco, la que mas nos gusta es la de aceite de coco, para hacerla necesitas 3 ingredientes: aceite de coco, bicarbonato y unas gotas de aceite esencial comestible de menta (o del sabor que prefieras). Solo mezclas los ingredientes a que te quede una pasta con la consistencia y sabor a tu gusto.
- La segunda opción que usamos cuando hace mucho calor (el aceite de coco se derrite fácil y a mis hijos no les gusta cepillarse con esa pasta cuando está tan liquida) es una mezcla seca de bicarbonato con aceite de menta. Lo mezclo, lo dejo secar y lo pongo en un salero.
Es muy sencillo, muy rápido de hacer y tanto el bicarbonato como el aceite de coco son muy benéficos para la salud de nuestra boca. Si quieres leer mas sobre los beneficios del aceite de coco y del bicarbonato da click aquí, aquí y aquí.
(Nota: en el medio se comenta mucho sobre el "oil pulling", aún no lo he intentado, pero dicen que es maravilloso! Puedes leer sobre esto aqui.)
(Nota: en el medio se comenta mucho sobre el "oil pulling", aún no lo he intentado, pero dicen que es maravilloso! Puedes leer sobre esto aqui.)
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