Meditación.


Los días que puedo quedarme en casa, trato de levantarme temprano, bajo a barrer mi jardín y luego me preparo un café y me siento a disfrutarlo.

Acaban de poner pasto en el jardín, en él tengo un árbol "Primavera" que por fin dejó de tirar todas sus hojas y esta lleno de flores rosas, un árbol de naranjas, uno de limón (que estaba seco y mágicamente ha ido reverdeciendo y llenándose de hojas) y un hermoso árbol de jaboticabos que en este momento esta lleno de fruta.

            

Por la mañana, antes de que los niños se levanten, disfruto mucho el silencio de la casa y me pongo a escuchar mi jardín. La Primavera se llena de pájaros, colibríes, calandrias, de abejas que vienen a alimentarse del néctar de las flores rosas y que también se comen los jaboticabos. 

Es mi momento mágico.
Donde me siento 100% presente.
Conectando con mis sentidos, escuchando, observando, oliendo y saboreando mi café y sintiendo con todo mi cuerpo.
Es la mejor meditación que puedo hacer. Me conecta conmigo, me devuelve a mi centro y me hace sentirme bendecida, maravillada y agradecida por todo lo que tengo. Es la pausa que necesito antes de arrancar el día.

¿Cómo empiezas tu día?

El sentido del sentir.

(Extracto del libro "Waking the tiger" de Peter Levine)

Ejercicio para comprender el sentido del sentir:
Ponte tan cómodo como puedas. Siente como hace contacto tu cuerpo con la superficie que lo sostiene. Siente tu piel y fíjate cómo se siente la ropa. Siente debajo de tu piel las sensaciones que hay. Ahora, nota estas sensaciones, cómo sabes que estás cómodo? Qué sensación física contribuye a tu sensación de comodidad? Darte cuenta de esto, te hace sentir más o menos cómodo? Cambia? Siéntate un momento y disfruta el sentido del sentir y el sentirte cómodo. Bien.

Los sentidos físicos o externos de la vista, oído, olfato, tacto y gusto son elementos que contribuyen sólo a una porción de la información que construye la base del sentido del sentir.

Otra información importante deriva de nuestra conciencia interna de nuestro cuerpo (la posición que toma, la tensión que tiene, los movimientos que hace, la temperatura, etc).
El sentido del sentir puede estar influenciado o cambiar por nuestros pensamientos, por lo que sentimos.

Las emociones contribuyen al sentido del sentir, pero juegan un papel menos importante que el que la gente cree. Emociones "categóricas" como tristeza, enojo, miedo, desagrado y alegría son intensas y directas, fácilmente reconocidas y nombradas. Así no es con el sentido del sentir.

El sentido del sentir a veces es vago, a veces complejo y siempre cambiante. Se mueve, cambia y transforma constantemente. Puede variar en intensidad y claridad permitiéndonos cambiar nuestras percepciones. Hace esto dándonos el proceso, así como lo que se necesita cambiar.

Nos permite movernos, adquirir nueva información, interrelacionarnos con los demás y conocer quiénes somos. Es tan integral para nuestra naturaleza de ser humano que la damos por hecho, a veces al punto de no darnos cuenta que existe hasta que deliberadamente la atendemos.

Debemos poner atención a nuestro cuerpo ¿qué siente?

Reconocer nuestro sentido del sentir nos permite disfrutar más de experiencias sensuales. Puede ser una puerta para estados espirituales. Las terapias que usan el sentido del sentir son más efectivas que las que no lo hacen. Los ayuda a sentirse más naturales, aterrizados, más en casa en sus cuerpos. Puede mejorar nuestro sentido del equilibrio y coordinación. Mejora la memoria y provee un acceso más profundo a los impulsos instintivos que guían la sanación del trauma. Aumenta la creatividad. Desde el sentido del sentir experimentamos el sentirnos bien, paz y conexión. Es como experimentar ser.